Tal como aparece en los autores clásicos, la religión romana es el resultado de la incorporación de concepciones extranjeras, sobre todo griegas, sobre una base de creencias indígenas. La antigua religión de los romanos tenía un carácter muy distinto de la griega; sus dioses no estaban personalizados ni eran representables en estatuas y pinturas, yo dieron lugar a mitos o leyendas sagradas como las que encontramos en Grecia. .Son los dioses propios de un pueblo campesino, en el que la preocupación por el quehacer diario ha sofocado la fantasía. Entre las antiguas divinidades, a que se rendía culto en la vida privada, descollaban los espíritus (numina) que presidían todas las actividades de la vida familiar y exterior: el nacimiento y la muerte, la prosperidad de la casa, las faenas agrícolas y ganaderas, etc. Los nombres de estos espíritus estaban registrados en los libros de los pontífices llamados indigitamenta, pero sólo unos pocos de ellos han adquirido una personalidad propia en la religión de la época clásica.
Espíritus protectores. Entre los numina primitivos siguieron desempeñando un papel activo
en la vida religiosa romana los Lares, los Penates y los Manes. Los Lares eran los protectores de la hacienda y del hogar, a los que se rendía culto en capillitas situadas en los límites de los campos.
El Lar familiaris velaba sobre la casa; su imagen estaba en el atrio (lararium) y recibía culto en los días festivos; más adelante los Lares aparecieron siempre formando pareja. Su fiesta principal se celebraba el 23 de diciembre.
Junto a los Lares aparecen los Penates, espíritus protectores de la despensa (penus); sus imágenes estaban junto al hogar. Los Manes son las almas de los muertos de la familia, cuya benevolencia se captaba con fiestas funerarias, las Feralia (21 de febrero), en las que se visitaban las tumbas y se ofrecía en ellas alimentos y bebidas.
En vida, el espíritu protector es el Genius, que personifica la fuerza vital y activa del hombre.
En el acto de nacer, el Genius se introduce en el hombre, y no se separa de él hasta la muerte.
Manes
Lares
Espíritus de la Naturaleza: Afines a los numina de que hemos hablado, sin que en muchos casos puedan distinguirse de ellos, son las divinidades que personifican fuerzas naturales, como fuentes y ríos. Las diosas de las fuentes fueron las Camenae, que más tarde se identificaron con las Musas griegas. Como dios fluvial gozó de gran veneración el Pater Tiberinus, personificación del Tíber. La energía vital que anima las selvas está representada por Faunus y Silvanus. El primero es un dios bondadoso, cuyo más antiguo santuario estaba en una gruta del monte Palatino: sus sacerdotes, los Luperci, en las fiestas Lupercalia (15 de febrero) daban la vuelta al antiguo recinto de la ciudad para asegurar la fertilidad de hombres, animales y campos. La actividad de Siluanus se desarrollaba en las selvas; por eso se le representa con una corona de pino y una rama del mismo árbol en la mano.
Liber y su esposa Libera, presiden la vida exuberante de la vegetación; más tarde fueron
asimilados a los dioses griegos Baco y Proserpina (o Perséfone). Los dioses de los huertos y jardines son Vertumnus, Flora y Pomona.
Júpiter Juno, esposa de Júpiter, era la diosa de la feminidad, protectora de las mujeres, fundadora del matrimonio (luno Pronuba) y auxiliadora en los partos (luno Lucina). Era adorada con Júpiter en el templo que éste tenía en el Capitolio, honor que compartía también con Minerva. Fue asimilada a la diosa griega Hera. |
Minerva formaba con Júpiter y Juno la tríade Capitolina. Era la diosa de las artes, los oficiós y las ciencias, correspondiente a la Palas Atenea de los griegos.
Marte (Mars) es un antiguo dios de la fecundidad que pasó luego a serlo de la guerra. Era el antepasado de los romanos, como padre que fue de Rómulo y Remo. En el antiguo palacio de los reyes se guardaba su escudo (ancile) y su lanza. Con doce escudos como éste, sus doce sacerdotes (Saliii) ejecutaban en el mes de marzo (mes dedicado al dios) una danza guerrera acompañada de antiguos cantos, en los que se invocaba su protección sobre la ciudad. El dios griego correspondiente era Ares.
Diana fue también un espíritu femenino de la fecundidad, adorado en los bosques ricos en agua. Al identificarse con la griega Artemis se concretó su figura como diosa cazadora y diosa de la luna. Su hermano, el dios solar Apollo, era una divinidad griega que fue incorporada al panteón romano.
Neptuno era el dios romano de las aguas, y en especial del mar, análogo al griego Posidón.
Venus es la diosa de los jardines, de la belleza y del amor. Su identificación con la griega Afrodita la hizo madre de Eneas, antepasado común de los romanos y en especial de la familia Julia; de ahí que sea invocada como Venus genetrix,
Mercurio es el dios del comercio (mercatura), análogo al griego Hermes.
Vulcano era el dios del fuego, como Hefesto griego
Jano es, en su origen, el numen protector de las puertas (ianua); por extensión, llegó a ser dios de todos los comienzos, y así se le dedicó el primer mes del año (lanuarius). Se le representava con una cabeza de dos caras (lanus bifrons), indicando la entrada y la salida. Las puertas de su templo estaban abiertas en tiempo de guerra y cerradas en tiempo de paz.
Vesta personificaba el fuego del hogar. Su templo circular en el foro representaba el hogar del Estado, en el que ardía siempre el fuego sagrado, atendido por las vírgenes vestales. Más tarde fue equiparada a la Hestia griega.
Saturno era un antiguo dios de los sembrados que, expulsado del cielo por Júpiter, se instaló en Italia y reinó en el Lacio. Bajo su dominio los hombres vivieron una edad de oro. Se le asimiló al griego Cronos.
CULTO, TEMPLOS Y SACERDOTES
Los templos. Originariamente los lugares de culto eran parajes naturales en los que se
percibía de un modo especial la presencia de los numina: grutas y bosquecillos sagrados (luci).
Cuando un lugar había sido consagrado por un sacerdote, se llamaba fanum, independientemente de que fuera o no edificado. La influencia etrusca introdujo, no sólo las imágenes de los dioses, sino también el templum, edificio de planta cuadrada, orientado de Norte a Sur para que e! sacerdote pudiera dirigir su vista al mediodía.
Vemos como esta situado el templo en planta cuadrada y el sacerdote puede recrearse contemplando el sol. |
En su interior estaba la cella, que era la morada del dios, con su imagen y altares. Cuando los romanos entraron en contacto con los griegos, adoptaron también la planta oblonga de sus templos y los orientaron de Este a Oeste.
Interior de templo romano
La religión siempre ha jugado un papel muy importante en Roma, la capital de Italia. Luego de la caída del Imperio Romano en 476, los papas asumieron más autoridad civil y Roma se convirtió en el centro de la Iglesia Católica y la ciudad capital de los Estados Papales. Algunas de las iglesias romanas más impresionantes e importantes se construyeron durante el Renacimiento, como la Basílica de San Pedro en el Vaticano y la catedral de San Juan del Laterano (Laterano es el nombre de varios proyectos arquitectónicos a lo largo de Roma).
Los sacrificios. El acto más importante del culto era el sacrificio, practicado tanto en el ritual doméstico como en el oficial. En el culto familiar se hacían sobre todo sacrificios incruentos. o sea ofrendas de frutos, tortas, vino, leche y otros productos. En cambio, en los ritos públicos eran corrientes los sacrificios cruentos, en los que se ofrecían animales. El animal (victima, hostia) era conducido solemnemente ante el altar, adornado con cintas y guirnaldas, y con la cabeza espolvoreada de harina y sal (mola salsa}; una vez degollado, sus entrañas (exta) eran quemadas sobre el ara, después de haber sido examinadas por los arúspices, y el resto de la carne era asado y
consumido por los asistentes.
El sacerdocio. Los sacerdotes no formaban en Roma una clase especial de la población.
Dentro de la familia el sacerdote era el padre y en el Estado todas las funciones del culto incumbían,originariamente, al rey. Pero a medida que el ritual se fue complicando, estableciéronse corporaciones de sacerdotes (collegia), formadas en su mayoría por miembros de la clase dirigente.
La más importante de estas corporaciones era la de los pontífices (collegium pontificum), presidida por el Pontifex Maximus.
Pontifex significa "constructor, de puentes" y a estos sacerdotes se atribuía,
en efecto, la construcción del pons sublicius, el primer puente de madera que se tendió sobre el
Tíber.
Cometido principal de los pontífices era velar porque se mantuviera la pureza del culto
tradicional: eran intérpretes y guardianes del derecho divino, confeccionaban el calendario, fijaban las
fiestas (feriae), los días aptos para la actividad de los tribunales (dies fasti) y redactaban los Annales
maximi, en los que se anotaban los acontecimientos más notables de cada año.
Los augures tenían por cometido averiguar la voluntad de los dioses gracias a la
interpretación de tres clases de señales: 1° fenómenos meteorológicos (signa ex caelo); 2.° el vuelo
de las aves (signa ex avibus) y 3.° la manera de comer de los pollos sagrados (signa ex tripudiis).
Los arúpices se encargaban, en cada sacrificio, de examinar el estado de las vísceras de la víctima; toda anomalía observada en ellas pasaba por signo de mal agüero.
Los fetiales, presididos por el pater patratus, vigilaban el cumplimiento de loa preceptos del derecho de gentes y cumplían los ritos exigidos en las declaraciones de guerra y en los tratados de paz.
Las Vestales eran seis sacerdotisas que cuidaban de mantener el fuego sagrado en el
templo de Vesta; elegidas en su niñez por los pontífices entre las hijas de la nobleza romana, hacían
voto perpetuo de virginidad.
Desde los primeros tiempos Roma fue acompañada y protegida, simbólicamente, por un grupo de jóvenes mujeres escogidas de muy jovenes de entre las niñas más perfectas de la ciudad. Las Vírgenes Vestales eran un conjunto de sacerdotisas cuya principal función, entre otras que aquí veremos, radicaba en mantener vivo el Fuego Sagrado de Vesta. Sus orígenes datan desde los inicios cuando Roma no era ni una República ni un Imperio sino una Monarquía. No solo en el tiempo están las Vestales abrazadas a la historia Romana, sino en los sucesos y eventos que le dieron forma a ésta. La madre de Rómulo y Remo dicese haber sido una Vestal, incluso la Roca Tarpeia, símbolo iconico de Roma, fue nombrada en conmemoración a una de éstas mujeres; Eventos legendarios son también atribuidos a éstas, como por ejemplo la salvación de la figura de la Magna Mater gracias una Vestal. Estos son sólo algunos de los sucesos y deberes en los que ellas participaron. No menos importante es la confianza que el pueblo les tenía. Era tal que infinidad de documentos críticos del Estado y reliquias pasaron bajo su cuidado.
En este artículo veremos varios de éstos sucesos, como así también las características y singularidades de éstas sacerdotisas. La importancia de su función, la Diosa Vesta y su peso histórico serán también explicados.
En este artículo veremos varios de éstos sucesos, como así también las características y singularidades de éstas sacerdotisas. La importancia de su función, la Diosa Vesta y su peso histórico serán también explicados.
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